• Planta herbácea perenne, rizomatosa, de porte bajo o mediano, muy valorada por su follaje decorativo y su gran adaptabilidad a la sombra.

• Altura adulta: entre 0,2 y 0,8 metros según la especie o variedad; algunos alcanzan más de 1 metro de diámetro en conjunto.

• Hojas basales, grandes, enteras y ovaladas o acorazonadas, de textura carnosa; color variable según el cultivar: verde, azul glauco, amarillo o variegado (verde con márgenes blancos o crema).

• Floración en verano, con tallos florales erectos que se elevan por encima del follaje; flores acampanadas, blancas, lilas o violáceas, dispuestas en racimos; algunas variedades son fragantes.

• Fruto: cápsula alargada con pequeñas semillas negras; sin interés ornamental.

• Prefiere climas templados y húmedos, con inviernos fríos y veranos moderados; no tolerar el calor excesivo ni la sequía prolongada.

• Suelo fresco, profundo, fértil y bien drenado, con buena capacidad de retención de humedad; prefiere sustratos ligeramente ácidos.

• Requiere riego regular, especialmente en verano; agradece la humedad constante, pero sin encharcamientos.

• Muy resistente al frío ya las heladas; las hojas desaparecen en invierno y rebrota vigorosamente en primavera.

• De crecimiento medio; Conviene dividir las matas cada 3–4 años para rejuvenecerlas.

• Usos: ornamental en macizos de sombra o semisombra, borduras, jardines húmedos o junto a estanques; Excelente planta de follaje para contrastes de color y textura.

Nota: Al ser un producto vivo, puede variar en tamaño, densidad y abundancia de flores según la temporada y condiciones de cultivo.