• Árbol o arbusto caducifolio de porte redondeado o extendido, muy apreciado por su floración primaveral.

• Altura adulta: entre 4 y 10 metros, según la especie y las condiciones de cultivo.

• Hojas simples, alternas, de margen aserrado, color verde intenso que en otoño se torna anaranjado o rojizo; en algunas variedades ornamentales pueden ser púrpuras.

• Floración abundante a fines del invierno o comienzos de la primavera, antes o junto con la brotación de las hojas; flores de 2 a 4 cm de diámetro, blancas o rosadas, solitarias o en pequeños racimos.

• Fruto: drupa carnosa (ciruela, cereza, durazno, etc.), comestible en muchas especies; En variedades ornamentales, los frutos suelen ser pequeños y de escaso valor alimenticio.

• Prefiere climas templados, con inviernos fríos que favorecen la floración y veranos moderados.

• Suelo fértil, fresco y bien drenado; tolera ligeramente la caliza, aunque prefiere terrenos neutros o algo ácidos.

• Requiere riego regular, especialmente durante la floración y fructificación; sensible a la sequía prolongada.

• Moderadamente resistente al frío y a las heladas, aunque las flores pueden dañarse por heladas tardías.

• Se adapta bien a zonas urbanas si se protege del viento seco y del exceso de calor.

• Usos: ornamental por su floración y color del follaje (Prunus cerasifera, P. serrulata, P. pissardii), frutal en huertos (P. domestica, P. avium, P. persica); ideal para alineaciones, jardines y parques.

Nota: Al ser un producto vivo, puede variar en tamaño, densidad y abundancia de flores según la temporada y condiciones de cultivo.