• Arbusto perenne, compacto y denso, de porte redondeado, muy apreciado por su follaje brillante, sus flores fragantes y sus decorativos frutos rojos.

• Altura adulto: entre 0,8 y 1,5 metros, con una extensión similar en anchura.

• Hojas simples, coriáceas, obovadas o lanceoladas, de color verde oscuro brillante en el haz y más pálido en el envés; desprenden un suave aroma cítrico al frotarlas.

• Floración en primavera, con racimos terminales densos de pequeñas flores blancas o blanquecinas, muy perfumadas; en invierno se aprecian los capullos florales rosados ​​o verdosos que aportan valor ornamental.

• Fruto: baya globosa de color rojo brillante, que madura en otoño y persiste durante el invierno; solo se produce en ejemplares femeninos y si hay plantas masculinas cerca para la polinización.

• Prefiere climas templados y húmedos, con inviernos suaves y veranos no excesivamente secos; sensible a las heladas fuertes y al calor extremo.

• Suelo fértil, fresco, bien drenado y ligeramente ácido; No tolera suelos calcáreos ni alcalinos.

• Requiere riego regular, manteniendo el sustrato siempre algo húmedo; evitar el encharcamiento.

• Prefiere ubicaciones en semisombra o sombra ligera; la exposición directa al sol puede amarillear las hojas.

• De crecimiento lento; tolera bien la poda ligera después de la floración para mantener su forma compacta.

• Usos: ornamental por su follaje perenne, flores perfumadas y frutos decorativos; ideal para jardines de sombra, macetas, patios y zonas húmedas; También se utiliza en jardinería japonesa y en composiciones invernales.

Nota: Al ser un producto vivo, puede variar en tamaño, densidad y abundancia de flores según la temporada y condiciones de cultivo.